A menudo, nuestros niños no se dan cuenta de cómo un problema de visión puede estar interfiriendo en su aprendizaje y rendimiento escolar. Es vital realizar chequeos anuales para identificar y corregir a tiempo cualquier anomalía. Signos como dolores de cabeza, desinterés, confusión al leer, o el acto de guiñar frecuentemente, pueden ser indicativos de problemas visuales.
Si se prescribe el uso de gafas, surgen muchas dudas: ¿Qué montura es la adecuada? ¿Y el tipo de lente? Desde nuestro Departamento de Optometría, queremos compartir 5 consejos clave para elegir las mejores gafas para vuestros hijos:
- Tamaño adecuado de la montura: Debe ajustarse al rostro y al campo de visión del niño, sin ser más ancha que su cara ni sobrepasar las cejas.
- Material de la montura: Optar por silicona para los más pequeños por su ligereza y durabilidad. A partir de los 6 años, materiales como el acetato o el titanio son excelentes opciones.
- Apoyo correcto en la nariz: Es crucial que el puente de las gafas se ajuste bien para evitar que resbalen o queden bajas.
- Longitud adecuada de las varillas: Deben ser ajustables y flexibles, con terminales blandos para evitar presiones o marcas.
- Cristales de material orgánico: Preferiblemente de policarbonato, con tratamientos antirayado y antirreflejantes para una mayor resistencia y confort visual.
Realizar revisiones oftalmológicas desde una edad temprana es esencial. Detectar a tiempo problemas como la miopía, hipermetropía, estrabismo o ambliopía, puede marcar una diferencia significativa en el desarrollo visual y académico de vuestros hijos. No dejéis que la visión sea un obstáculo para su futuro. 🌟